Lalalari,
lalara.
Parole
Parole.
¿Demasiadas
palabras?
El universo
tañe
esferas
tetraédricas
celestes,
no busca
significantes
humanamente
biológicos.
¿Armonía o
disonancia?
El universo
vibra, sin
más,
no busca
melodías
humanamente
morales.
Sin ton,
ni son,
evoluciona,
involuciona,
o simplemente
está.
Vibra
cómo
diapasón
kósmico
encarnado.
Infinitos
“deja vus”
de geometrías
oscilantes
relacionales
emergen,
divergen
o convergen.
Nadas
vacilantes,
vacíos
fluctuantes,
Turiyas
ausentes
“aconscientes”.
Turiyatita…
o titas.
Tari
Tara…
ra.
©Alf Gauna, 2022