Me hago mayor. Es una película de 1954.
Pero me sigue enganchando las hormigas, el machito torero pro armas del Heston y la rubia Eleanor Parker.
Mira, algo así. El típico manifestador estratégico de 7C (me cansa poner Homa Sapiens de 7 centros) con un ego desmedido ha conquistado la selva para producir café y cacao, sacando de su miserable vida animal a indios reductores de cabeza y esclavizándolos con el buen rollo de no darles latigazos. Se casa con una mujer por poderes, que, por desgracia divina, no era inmaculada. Su polla no resiste tal ofensa y enseguida la repudia. Primer Acto.
El Segundo Acto es donde la aventura épica comienza. Un enjambre de hormigas guerreras nómadas (Marabunta) salen de su hormiguero y se zampan todo lo que se pone a su paso. El bravo y aguerrido Heston no se achanta y se enfrenta con ellas. Ante el temor de que los indios salgan por pies, la brava esposa se pone de ejemplo ante los machos alfa con aquello de no seáis “maricones” (perdón por el lenguaje poco inclusivo pero estamos describiendo los 50) si una mujer se queda a defender lo suyo vosotros os quedáis y, por si acaso no cuela , os quemo las barcas. Esto al Heston se la pone muy dura, debería llevar algo así como 10 años matado a pajas, y comienza la historieta de amor. Al final el machote no lo era tanto, le gustaba Chopin y leía poesía. OMG. En el fondo necesitaba que la rubia le sodomizase. Acto Final.
Meanwhile alguien veía en Netflix una serie turca que gira alrededor de las Constelaciones y claro no me extraña que los nietos del Heston estén traumados y las biznietas de la Parker hasta los ovarios, y comiencen a eyacular como arquetipo de mutación kósmica.
La verdad es que la peli da mucho juego social. Ver como la marabunta de la homogeneización, del condicionamiento, acechan las relaciones de pareja y estás se unen para salir adelante es una buena metáfora para su despertar. El dinero, la comodidad, la falta de peligro, nos hace muchas veces ser unos gilipollas prepotentes, vanidosos y arrogantes. Y terminamos haciéndonos daño en nuestras relaciones.
La vida es una aventura de diferenciación , aunque quizá sólo sea para unos pocos, un desafío continuo contra la Marabunta del que dirán, de las leyes y morales de 7C, del condicionamiento, de la homogeneización.
Desde 1987 un camino de coherencia entre nuestro Ser Kósmico encarnado y nuestro Ser Biológico, nuestra Forma, nos da luz para estos tiempos convulsos que, ya, nos acompañan.
Sí la coherencia, es la fórmula matemática revelada por la voz para ese “sentido común” cincelado en nuestras células.
©Alf Gauna, 2022