Llevó una semana sin publicar nada.
Bueno, yo no publicó nada, “The Thing” se encarga de “do it”.
“Yo” tecleo cuando dictan.
Bueno, yo no tecleo. teclea este sistema biológico , este it chiquitín, que el kosmos habita.
UG tenía razón “we are nothing”.
Identificarse con ese personajillo bioquímico que es el YO nos lleva a ser adictos al “streaming”.
Queremos series, guiones de vida que nos alejen del absurdo de la “nuestra”.
Ese espúreo “yoyo” que transita, sueña, incluso, que es espíritu encarnado en un mundo creado por un dios metafísico.
Inmersos en la loca película de la supervivencia, la civilización y del progreso se buscan momentos de ocio como supuestos impasses de libertad, de huida de la actividad frenética generadora.
Ese tiempo libre se llena por obligación de más actividad, de carnaval grupal, de la estridente amargura de yoes fundidos en inconscientes nosotros que bailan el folklore tribal de que “coño hacemos juntos”.
El camino que marca el Diseño Humano tiene mucho sentido, aunque , quizá, pocos o casi nadie logre comprenderlo.
Es sencillo, una vez que tu mecanismo biológico esta correctamente nutrido para optimizar su sistema cognitivo, una vez que estás en el sitio adecuado y una vez que tu sistema de navegación nodal está identificada, el “yoyo” de tu mente está en disposición de aprender cuál es su personaje y cuál es el guión marcado para ese IT kósmico convertido en único it-yo.
Así, el ocio muere porque la actividad homogeneizada muta en el día a día de la contemplación vital diferenciada.
No hay compartimentos estancos de público ni privado, de laboral o de ocio, de estrategia o de receptividad.
Simplemente un kosmos que experimenta a través de ti el guión de tu(it) vida.
©Alf Gauna, 2023