Desboquemo
–
nos.
No hay mañana.
El ayer murió.
El hoy pasará.
Nunca estuvo.
La pasión
es el jinete
del Apocalipsis
del tiempo.
La guerra,
el hambre,
la peste,
y la muerte,
murieron
en el amanecer
de Urano.
La mente
encadena
la pasión
con milongas
de ayeres
que nunca
existieron.
Esos niños
que juegan
como si
no hubiera
un mañana
esgrimen esa
pasión
inconsciente,
cocina de fusión
de cuerpo
y mente.
Juguemos
a la gallinita
ciega,
al tres
en raya,
a piedra,
papel
y tijera,
al balón
prisionero,
a prusia,
al pañuelo,
al veo,
veo,
a los 50
juegos
reunidos
Geyper.
Asesinemos
los roles.
Yo quiero
ser tu Nancy,
tu mi Madelman
cazador.
Travistamos
nuestra alma
en arcoiris
de libertades
comunes,
de deseos
insatisfechos.
Sí, desboquemos
nuestra alma,
como colibrís
cuánticos,
esos que no saben
quién son
hasta que colapsan
en el efímero
ahora.
Labios húmedos,
salivas compuestas,
adeenes pizpiretos
que confunden
a los “ceseies”
de la moral,
del condicionamiento
y del que dirán.
Sí, why not?
©Alf Gauna, 2023