Salmo a la Cosmología Terrenal.
Ensalmo al Cuerpo Divino.
Del vacío cuántico frío, eterno e inmutable,
surgen infinitos big-bangs,
como fuegos artificiales divinos.
Múltiples metaversos paralelos
flotan
como pompas de jabón.
Unos inflacionarios y sin fin.
Otros abiertos y planos.
Aquellos cerrados como sillas de montar calientes.
Este, antrópico, cerrado o abierto,
finito o infinito, pero antrópico.
La flecha del tiempo avanza y la entropía
se detiene
a los veinte grados de la vida.
La vida se reproduce como orgasmos
de coitos infinitos
en este paraíso de luz y calor.
Billones de pequeños universos,
fluyen y evolucionan,
dentro de ellos hay algo que les mueve,
quieren saber lo que los otros sienten.
El Eros los une.
Tánatos los separa.
Nace el lenguaje.
Nace la mente.
©Jorge Gauna,2017