Esos ojos que respiran deseo,
bailan al son de los electrones
de las estrellas.
Tu piel vibra cuando te acaricio,
al son de las ondas gravitacionales,
allí donde el espacio cruje de pasión.
Cuando susurro, el aire tintinea
tu martillito kósmico al son cubano
del ritmo fonético
de mis sueños más oscuros.
Los quarks de mis manos
viajan hacía ese infinito
diapasón yin de la vida
y de la muerte,
Allí comienza ese juego eterno
del eros y del tanatos.
Un “deja vu” que despierta
un plasma de neutrinos
que oscila entre
la nada y el vacío,
y nos conduce a un viaje interestelar
en busca del genocidio
kósmico del yo.
Allí donde renace un nosotros
que navegará
un infinito mar de esferas de planck,
girando y girando
en perfecta armonía musical.
Allí donde la física musical del amor susurra
“Please , Sam,
Play it again”
©Alf Gauna, 2020