Es gerundio.
En un acto de valentía
post-pandémica,
salto de boca
en boca.
Salivas distintas
componen
un holograma
de
fractales
olvidados.
En un PCR
encorsetado
de neutrinos
traidores.
Embalsamando
bardos
discontinuos.
Avanzan,
en saltos cuánticos
mutantes,
siguiendo un nuevo y místico
Camino de Ándromeda,
buscando
la Segunda Fundación
que arrasará el
imperio de los sentidos.
Poco me importan
los agujeros negros divinos
que empalagan de
conciencia anodina
la humanidad del deseo
y de la pasión.
Lo humano se convierte
en inhumano cuando
hablamos de
Humanidad.
Soy un pequeñito
suspiro kósmico
que anhela besar el alma
de tu corazón.
Es tan sencillo.
Tan sencillo.
Un presente continuo en
donde la conciencia
desaparece
en un halitíto
de pura presencia.
©Alf Gauna, 2020