auf-wiedersehen,
goodbye,
adieu,
addio.
Hasta siempre.
Después del
apetece,
en este ahora,
la simplicidad
poética.
Mañana
dirá
“dio”.
El presente
aclara
la bruma
del
pasado.
Nadie,
salvo
los
presentes.
Pequeños
estertores
amortiguan
amodiño
los coletazos
de los apegos,
la co-dependencia
de la cobardía
del
No-Ser.
Las vidas
continuan
su camino.
Mi presencia
a demanda
muere.
La emoción
del vínculo
se auto-transciende
por el devenir
a-volitivo
de la vida.
Escolios
implícitos
abogan
por la
explicitud
única
del ahora.
Sin aura,
y en el
soslayo
virtual,
transciende
la quietud
eterna
de la creatividad
kósmicamente
diferenciada.
Del agujero negro
del quantum
holísitico,
del esto y
del aquello,
emerge,
a modo
de agujero blanco,
un corazón
libre de
supuestos
libres
albedríos,
esos
“gritos
de sirena”
que buscan por
resonancia,
la geometría
fractal.
Geometría
sublime
de la materia
en relación,
en una
azarosa
y
mutante
evolución
hacía la emergencia
holografíca
de un
no se que.
©Alf Gauna, 2021