Por lo visto tengo que ganar dinero.
Ganar dinero para una nueva revolución, una revolución que mute esquemas caducos.
Sí, el asesinato de ese núcleo básico de explotación capitalista que es la familia, la destrucción de ese elemento de explotación socialista que es el estado, la destrucción de una educación homogeneizada ideológicamente manipulada, la destrucción de un sistema sanitario oligarcamente dirigida, la destrucción de las redes sociales fuente del control multinacional del IA Big Brother,en resumen, quemar las banderas de la cruz de la planificación en pos de una revolución individual esencia del nuevo ciclo durmiente.

Las revoluciones nunca han tenido estilo siempre han sido mediocres, incluso cutres, pues simplemente se cambiaban los verdugos por las víctimas que triunfaban , y que, a su vez, se convertían en los nuevos explotadores. Un cambio de figuras, pero siempre con las mismas pintas.Es hora de cambiar las pintas, incluso, y porque no, de cambiar todas las cartas por la única que existe realmente, el Joker de nuestra individualidad y jugar el poker de la vida sin el farol de la mente.

Hacer una revolución con estilo requiere pasta, guita, plata. Es fácil matar, pero esdifícil ayudar a mutar seres condicionados. Acompañarles en su proceso de autodescubrimiento y de liberación.
Las revoluciones siempre se han hecho con los intereses individuales escondidos en el grupo, por eso eran mediocres, por eso eran baratas, pues surgían economías de escala de inocentes muertos , víctimas de manipuladores grupales ideológicos ocultos.

Nunca ha habido revoluciones desde la individualidad diferenciada, revoluciones realmente desde el mismo fractal.
Individualidades que desde la igualdad se anclan en su verdadero fractal para construir la revolución de la resonancia de autoridades externas.

La Hepburn con sus dones naturales en forma de diamantes desayunado en el Tiffanys, su verdadero y único fractal…
Un verdadero renacimiento, sensible, tierno, exquisito y, why not, con mucha pasión y aunque, no se entienda para muchos, con la sensibilidad del sacrificio.

©Alf Gauna, 2021