La rutina
mata
el deseo.
“Putin”
de la pasión.
Arma de
destrucción
masiva
que nos
crucifica
en la noria
del hacer.
Hacer
para
ensordecer
el “élan vital”.
Camino inevitable
al cancer
de útero/próstata,
castración social
de la bioquímica
del placer y de la comunión.
Asesinando
rutina,
eyaculas
deseo.
Morbo
multiorgásmico
destructor
de lo habitual.
Jugar
bailando el
apasionado
tango del
deseo
por lo
desconocido.
Mamífero
consciente
de existir
viviendo,
sintiendo,
deseando.
©Alf Gauna, 2022