La creatividad
me posee.
El mono
aparece
en cualquier
momento.
Corro
al teclado
y escupo.
Gargajos,
esputos,
visiones
kósmicas,
un puke
psicodélico.
Escolios,
bits
regurgitados
de ciegos
its,
que implicitan
un byte,
un código
de 64 prototipos
en busca
de semánticas
mutantes,
emergencias
evolutivas
sin intención.
Inconsciente
físico,
presuntamente
arquetipal,
que los egos
exaltan
en odas
divinas,
en epopeyas
de absurdas
conciencias,
panegírico
de la nada
vacía.
Vibraciones
multicolor
que conforman
posibles
holografías
fractales.
Un
sinfín
de
posibilidades
de
64
variaciones
con
repetición
compartidas
de 5
en 5.
©Alf Gauna, 2022