Camino sin rumbo
entre una
marabunta
de zombies
oniomaniacos.
Amodiño avanzo
para acompasar
al tracto intestinal
en su labor peristáltica
de evacuación
de emociones ajenas.
Abstraído de condicionamientos
navideños observó
patrones ludopáticos,
esperanzas de libertad
y ñoñas emociones peliculeras.
Calle a calle,
cuadra a cuadra,
el astral local
metamorfosea
mi vehículo
en un extraño
cóctel de Buda,
Zorba
y Grinch.
El apple inalámbrico
en mis oídos
aísla la mente
de sonidos
desequilibrantes.
Poco a poco
la homeostasis
inunda la bioquímica y
el Buda
sodomiza
al Zorba y
al Grinch
Ascendido
en una ligera nube,
sin deseo.
Interpreto
las Danzas Eslavas de
Antonin Dvorak.
Yuri Zhivago
revolotea
tras los ojos
de Lara.
Suddenly,
Barbieri,
el Gato,
y su
Ultimo
Tango
en
Paris,
explosiona
un tsunami
de
deseo,
de pasión,
de vida.
Muerte
al Buda,
Muerte
al Grinch,
Muerte
al Zorba.
¡Viva
la
Madre
que me
parió.!
©Alf Gauna, 2022