El espacio es un rollo.
El tiempo también.
Vivir en la ilusión
de la personalidad
espacio-temporal
me aburre.
Esa dimensión
cuadridimensional
que se deconstruye
por interacción
biológica de un
vehículo
azaroso
y un alma
perdida
en la eterna
noche de
Brahma
agota.
Decir
“me”
agota
lo siento
como una
vanidad.
Un testigo
neutro
que evoluciona
en cuatro
recipientes
arquetipales,
vacios
de contenido,
construyen
una realidad
holografiando
su éter madre
digital.
64 its,
prototipos
en busca
de bits que
signifiquen,
y decosntruir
arquetipos
cognitivos
de lo que hay.
Los eternos
sonidos
del silencio
entonan la
melodía
de la vacía
nada
con las
castañuelas
de la dualidad.
Un algo
que habla
desde
algún
lugar
y alguien
sueña
que
escucha.
Un Yo Soy
Un Yo Recuerda
Un Yo Defino.
Un Yo Diseño
Que sueña en
un Yo Piensa.
Quizá tonto.
Quizá inteligente
Pero casi nunca
cognitivamente
despierto.
©Alf Gauna, 2022