“El noventa y cinco por ciento de todas las cosas toman formas misteriosas, no luminosas, denominadas materia oscura y energía oscura, que traicionan su presencia en el cosmos al atraer y repeler, respectivamente, el 5 por ciento de las cosas que son visibles. Incluso ese 5 por ciento se está perdiendo cada vez más de vista, a medida que las estrellas y el gas caen en gigantescos agujeros negros en los centros de las galaxias.
Priyamvada Natarajan, es una astrofísica teórica y profesora de la Universidad de Yale, crea mapas de dónde se aglutina la materia oscura y cómo la energía oscura estira el espacio. Se siente atraída por los mapas porque codifican lo que se sabe y lo que se desconoce en un momento determinado. «Estos abismos de los que no sabes nada, también están escritos en un mapa; te muestran, la “ Terra Incognita’“ del universo.
Dice Natarajan que le atraen ciertos tipos de abstracción muy particulares. Todos tenemos nuestras cosas favoritas que de alguna manera gravitamos hacía ellas. Para mí siempre han sido estas entidades invisibles: agujeros negros, materia oscura, estas cosas que están casi en los límites de nuestro conocimiento. Toda la física se rompe cuando alcanzas el borde de un agujero negro. Así que de alguna manera me seduce. Estas son las cosas que realmente nos empujan como científicos: ¿Cómo podemos modelarlas? ¿Cómo pensamos en ellas? Y como sabemos más: ¿Cómo podemos refinar nuestro modelo? Cuando lo mejoras, ¿significa que lo que tenías antes estaba mal? ¿Cómo se relaciona un modelo con la realidad? Ese iba a ser el tema de mi Doctorado en Filosofía: ¿Cómo construyes ese conocimiento?”
La aventura de ver y observar como el universo evoluciona es algo apasionante. Un paradigma no es más que la zona de confort donde desarrollamos nuestras teorías al encontrarnos con la “aduana” del “Ring Pass Not” que nos impide avanzar hacía la “Terra Incognita” del Universo. Son pocos los que se atreven a especular sobre lo que hay más allá de ese límite. El condicionamiento estratégico tiembla allí donde la lógica se diluye y comienza el sueño de la abstracción, Spock contra Kirk.
Es el propio universo mediante la múltiple interacción de sus elementos el que permite que esa última frontera se mueva. La Enterprise de nuestra curiosidad avanza en función de la emergencia evolutiva, de la complejidad «omniabarcante», inclusiva y de algún modo transcendente.
Las capacidades mutantes de los Seres de Cognición Derecha permiten algo que pocos humanos son capaces de aceptar:
la posibilidad de eliminar esa frontera existente en la lógica del espacio-tiempo emergente pero que no existe realmente en las subyacentes dimensiones, en las dimensiones de los arquetipos causales y no hablo, para nada, de ningún tipo de campo con propiedades cuánticas mágicas.
Hemos tenido la suerte de vivir en una ventana temporal donde nuestro neocortex autoreflexivo ha permitido al universo ser consciente de la tendencia del mismo en un futuro. Esa tendencia se hace manifiesta a través de la Cosmología del Rave, el verdadero Programa Fuente del hardware universal. Una Revelación que las mentes lógicas reducen a una simple Profecía.
Esa ventana temporal de observación se está diluyendo, la información esta siendo engullida por el agujero negro del centro de nuestra galaxia y desaparecerá en poco más de 1.300 años cuando comience el reino de la noche de Brahma.
Nuestro día a día nos impide la curiosidad por desarrollar nuestra inteligencia existencial. Algo vital para establecer el puente entre el sistema mente-cuerpo-entorno y fluir en la vida con menos resistencias.
¿No te pica la curiosidad por saber que «narra» la Cosmología del Rave?
© Alf Gauna, 2019