El brillo de tus ojos iluminan
la sombra
de mi dolor.
Tu risa
mece
la oscuridad
de mi alma.
La ternura del ahora
diluye
mis células
karmicas
del ayer,
Resuena , suave,
en mi corazón,
la sencilla melodía
del encuentro
entre
un hombre
y
una mujer.
Tus lágrimas
son pequeñas
gotas kósmicas
que alimentan mi
necesidad
de sentir.
Embriagado con tu pasión
mi cuerpo aletargado
por el miedo despierta
a la posible aventura
de Vivir
sólo
por Vivir,
Sentir
y no pensar.
Sólo vibrar
como diapasón
kósmico
de
quarks
eternos
e
infinitos,
siguiendo
la batuta
de
tu
Ser…
© Alf Gauna, 2019