Llevo el aroma
de tu abrazo
en mis entrañas.
Mastico tu pelo
como marihuana
maldita de ocultos
deseos.
Esa nueva
línea de tus ojos,
que me vuelve loco,
dibuja un círculo
de pasión
alrededor de
mi cama,
inmovilizándome,
en un mar de dudas.
¡ Escribe !
Y yo, como
gato “panzarriba”,
escribo.
Mi corazón
palpita al ritmo
del último
tango
del deseo.
Es al final,
cuando huyo
despavorido,
al confirmar
lo que siento.
Avanzo deprisa,
cuesta arriba
la pasión
se diluye,
allí donde el oxigeno
se agota,
sí,
allí donde la esperanza
de que me quieras,
en verdad,
muere.
© Alf Gauna, 2019