Quiero morderte el alma.
Saborear tu testigo divino.
Quiero tu olor infinito que
viaja por el espacio
de galaxia en galaxia.
Chupar las lagrimas
de tus ojos,
esas pequeñas
supernovas de amor,
que como rayos cósmicos
penetran en mi corazón.
Quiero fundirme en un
plasma de quarks y desparecer
en tu cuerpo infinito.
Así, nunca más sufriría por amarte,
sólo sería parte de ti.
Morir y renacer contigo,
en una eterna
terapia kósmica.
© Alf Gauna, 2019