Vuela el pájaro
de la mente
hacía
un sueño
de libertad.
Es inútil creer
que todo cambiará.
El amor es
una absurda
quimera de
mentes zombies.
El cuerpo
mancillado
por la mente
tarda en
despertar
a la bioquímica
del universo.
Si no me tocas,
no me quieres.
Tus labios,
suaves.
Tu lengua,
sabrosa.
Tus dedos,
tímidos.
Tus párpados,
bailan
al son
del deseo.
Tu respiración
se encoge en un
agujero negro
de lujuria
y
se expande en una
supernova
de pasión.
Cuerpo contra cuerpo.
Somos universo.
Nos fundimos en un
“no-dos” de quarks,
allí donde muere la mente.
Allí, donde nace ese
único vórtice
de realidad:
Nosotros.
© Alf Gauna, 202O