Me gusta el amor entre un hombre y una mujer.
Quizá peque de clásico.
Pero hay algo melódico y armónico.
Una especie de Tao Kósmico.
No sé.
Quizá peque de heterosexual.
Pero es lo que siento.
Madre mía!
uso pecado para todo.
Bueno, en el fondo es que me gusta pecar.
Pecar es un buen exorcismo para decondicionar.
Aunque adivino que el Kosmos es Trans,
sí, una hermosa Diosa Yin
con un Big Bang en forma falo,
un falo biológico evolutivo donde
el yang es un Yin Manipulado,
no deja de ser un loco sueño de verano.
Un breve interregnum
entre el carbono de las supernovas
y la resurrección
en el sicilio redentor.
Pero hoy me da igual,
hoy me siento humano y,
quiero olvidarme del Universo.
Es por ello que vibró al observar
estas parejas disfrutando de su amor…
…y escuchando al Bocelli encontrando o no
ese amor ciego en PortoFino.
© Alf Gauna, 2020