Mis
manos
poseídas
soñaban
con huir
de mi cuerpo.
En un
magnetismo
cuántico,
colapsaban
buscando
tu cintura.
Un talle
mágico
que gritaba
como sirena
pizpireta,
please,
touch me,
catch me.
Mi mente,
siempre
correcta,
evitaba
el deseo,
confuso,
o de
ceñir
a tu mujer,
o de
arropar
la soledad
de tu niña
confusa.
Millones
de emociones
encontradas,
vagan,
en los múltiples
personajes
que tu ser
me obliga
a ejercer.
En un intento
tortuoso,
busco
aquel
que tu
Ser
necesita.
Nunca sé
quién
Yo Soy.
Ya,
creo,
que
nunca
lo sabré.
Sin más,
siento
y
acepto:
Ese
Yo Soy
que
siempre
será
la marioneta
que tu madurez
vaya encontrando
en un eterno
bla, bla,
que busca
la fría coherencia
de entender
los porqués
inconscientes
de los otros.
Quimera
estratégica
evolutiva
a extinguir.
©Alf Gauna, 2021