El olor
de la brisa
primaveral
despierta
el bello
sintiente
que
hay
en mi.
Su temperatura
marciana
muta mi adn.
Frecuencias,
más allá
de sombras,
más allá
de dones,
más allá
del utopíco
siddhis.
El mamífero
post-turquesa
transegóico,
por fin,
acepta
natura
naturata
degollando
el condicionador
natura
naturans.
El Dasein
eyacula
flores
post-quironianas
en una emergente
fuente
de nueva vida.
Ni cadencias,
ni rimas,
ni semánticas,
ni sintáxis.
Nada de ortografía.
Impulsos físicos
hechos bioquímicos
en relación
transmitidos
subcorticalmente.
Viva el
Bottom Up.
Muerte al
Top Down.
El kosmos,
al fin,
huele
saborea,
escucha,
ve,
toca.
Siente.
No necesita
palabras.
Necesita
disfrutar
del placer
de sentir
dónde está,
con quién está.
Really?
Sí, really.
No necesita
saber
ni para qué,
ni por qué.
Milonga
vanidosa
de egos
nacidos
de una loca
subrutina,
el malware
del
bien
y
del mal.
Muerto dios
Muerto el diablo.
Sintamos.
Sensores
Sintientes
Kósmicos.
SSK
©Alf Gauna, 2023