Me cortaré
la coleta,
como bravo
torero,
y te dejaré.
Vuela solo
pequeño
ruiseñor.
La vida
real,
al fin,
emerge.
Los
sueños
ocio
son.
Lo enriquecen,
lo motivan,
lo contagian
de verdes esperanzas.
Un porque no
un quizás sí,
pero ahora no.
Yo seguiré,
tu seguirás,
la añoranza
nos acompañará.
La vida
siempre
sigue.
Romper
para resituar
la codependencia.
No midas
quién es el
más vulnerable,
pues siempre,
siempre,
es el mismo:
el más consciente.
Sí, el dolor
es mayor
en la soledad
del receptivo,
pues la acción
del estratégico
anestesia con
el ahora, el recuerdo
del pasado,
el maybe
del mañana.
Acto de cariño
sublime o
acto de autoprotección
al miedo
del no puede ser,
nunca se sabe.
Fluye la bioquiímica
de la separación,
de la distancia,
sanadora de auras
corruptas,
desancladas por
el condicionamiento
mutuo.
La mente quiere
muchas veces
lo que el cuerpo
no puede.
El receptivo
seguirá soñando
como diazepam
relajador.
El estratégico
actuará en pos
de la supervivencia,
en pos de la conquista
del reconocimiento
y del autovalor.
Es bonito
ver el brillo
de tu ser
en tu aquí,
en tu ahora.
Pero, ya,
ni es mi sitio,
ni es mi ahora,
ni ya eres
mi tu,
ni mi yo
el tuyo,
ni
nuestro
nosotros,
nuestro.
But,
everyone
knows
l love
YOU.
Forever
&
Ever.
©Alf Gauna, 2023